Otras olímpiados, esta vez en Munich en 1972 dieron lugar a otro de los momentos más emocionantes de la historia, sucedió en la disciplina de baloncesto y en la gran final. La final la disputarian la Unión Sovietica y los Estados Unidos de América, Estados Unidos no había perdido ningún partido olímpico en toda la historia. Esta vez tenía enfrente a una gran selección Sovietica encabezado por los Belov, Edeshko, Kovalenko... La URSS comenzó el partido muy concentrada y acabó el primer tiempo con una ventaja de 5 puntos 26-21. Al comenzar la segunda mitad los sovieticos aumentaron esta diferencia, yendose a los 10 puntos cuando quedaban 10 minutos para la finalización del encuentro (38-28). Pero entonces Estados Unidos sacó la casta y presionó en toda la cancha asfixiando al equipo sovietico. A falta de 55 segundos el equipo norteamericano había reducido la desventaja a 3 puntos (46-49) y siguiendo con esa presión consiguieron recuperar dejar en un solo punto la distancia de los dos equipos, otro robo cuando quedaban 6 segundos para la finalización del partido terminó en falta personal para Estados Unidos que metiendo los dos tiros libres se ponían por delante por primera vez en el partido cuando solo quedaban 3 segundos para la terminación del mismo. Los 3 segundos más largos, emocionantes y polémicos de la historia del baloncesto. Medio equipo ruso estaba pidiendo tiempo muerto cuando el reloj se puso a descontar, los arbitros concedieron el tiempo muerto y que los 3 segundos volvieran al marcador. Una vez finalizado el tiempo muerto el equipo norteamericano volvió a presionar en toda la cancha, la URSS sacó en corto y un tiro lejanisimo voló con una fuerza precisa y con buena dirección pero se topó con el aro, Los jugadores americanos celebraban la victoria, una victoria épica, solo habían estado una vez por delante en el marcador, y esa vez coincidió con el final del partido. USA seguía invicta en los Juegos Olímpicos y ravalidaba su medalla de oro. O no. Había habido invasión de campo por parte del banquillo norteamericano mientras el balón ruso volaba hacia la canasta y el equipo ruso lo protestó, el secretario general de la FIBA bajó desde el palco y con el consentimiento de los arbitros ordenó poner el reloj otra vez en tres segundos con saque de fondo del equipo ruso. El partido no había terminado, la URSS tenía una último aunque remota posibilidad, esta vez en lugar de pasar en corto y tirar un tiro lejano, sacaron en largo hacia la posición de Belov, debajo de la canasta norteamericana marcado por dos jugadores, saltó cogió el balón se deshizo de los dos contrarios y con un tiro a tablero consiguió la canasta que esta vez si daba la victoria a la URSS. Estados Unidos había perdido un partido por primera vez en los Juegos Olímpicos.
Esa misma noche se reunió un comité especial formado por cinco representantes de la FIBA para decidir la validez o no del resultado final (51-50). La votación, 3-2, fue favorable a la URSS. Los tres votos favorables a Rusia fueron concedidos por Polonia, Hungría y Cuba. Los dos en contra por Italia y Puerto Rico. Los jugadores del equipo norteamericano se reunieron al conocer el resultado de la votación y decidieron no aceptar las medallas de plata. Todavía hoy el COI les manda cada año una carta pidiéndoles que rellenen un formulario para recibirlas. Ninguno lo ha hecho hasta ahora.
Fue, indudablemente, el robo del siglo. Con Bill Walton habrían ganado el oro con casi total seguridad. Con un sistema de juego más ofensivo seguramente también lo habrían conseguido. Con un tercer país occidental en la reunión que estudió y votó la apelación de los Estados Unidos, posiblemente también habrían ganado. Pero no fue así. Y lo que estaba claro a pesar de la manipulación de esos tres segundos, es que los soviéticos habían ido por delante todo el encuentro. Por fin había un sólido enemigo para Estados Unidos."
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